
7 Tips para calcular el precio de tus proyectos freelance
Has tomado la decisión de convertirte en un profesional freelance y tienes a tu primer cliente al teléfono diciéndote que le encantaría trabajar contigo, pero que antes le gustaría saber cuanto cobrarías por el proyecto.
Puede parecer una pregunta bastante sencilla, pero saber cuánto vale tu tiempo de trabajo suele ser bastante difícil sobre todo si estás empezando. Como consecuencia, casi siempre se comienza cobrando menos de lo que se debería.
“El error más grave y que más se repite entre los freelancers es no valorar lo suficiente su experiencia”, menciona Chris Murphy, reconocido diseñador web, educador y autor de Tiny Books. “Un freelancer con experiencia sabe que su tiempo tiene un valor alto. Cuando te acabas de graduar, sientes que no tienes el respaldo suficiente para cobrar lo justo, porque lo que buscas es ganar experiencia en el mercado”.
“Si cobras muy poco, corres el riesgo de vender tus servicios como “económicos”, abriendo una puerta a que las personas se aprovechen de eso y exijan siempre precios bajos por tus servicios”, señala Sally Jenkinson, desarrollador y consultor.
Entonces, ¿cómo puedes calcular el precio de tus proyectos como freelance? No hay mejor respuesta que aquella que viene de alguien con experiencia. Por lo que hemos decidido reunir aquí las conclusiones y consejos que varios diseñadores y desarrolladores freelance dejaron en el blog de shopify.
1. Investiga tu mercado
Lo primero que tienes que hacer es hacerte una idea general de lo que otros freelancers están cobrando por sus proyectos, y qué es lo que puedes ofrecer al mercado basándote en tus habilidades y experiencia.
Hay algunos datos que pueden ayudarte. Por ejemplo, la agencia de diseño Our Name is Mud publicó una encuesta anual de lo que en promedio cobran los freelancers por proyecto o servicio. Pero te recomendamos que hables con algún diseñador o desarrollador web freelance en tu área, para que te pongan en contexto.
“Le pregunté a alguien que en lo personal admiro y respeto, cuánto debería cobrar por proyectos freelance, basándome en mi experiencia y en el tipo de trabajo en el que me especializo” menciona la diseñadora y fundadora de Glimt.it, Anna Dahistrom. Pero recuerda, no todos los trabajos son iguales.
“Investiga en un mercado que sea similar al tuyo, con alguien que tenga tu experiencia, pero también trata de conocer el precio que las empresas están dispuestas a pagar por esos proyectos”, agrego Dahlstrom. “Si se trata de un proyecto que realmente quieres hacer, entonces acepta una tarifa más baja. Al final, ese proyecto termina siendo una experiencia ganada, más que dinero”
2. Trabaja en tus necesidades
No te limites a copiar lo que otros están cobrando por su trabajo si eso no te va a dar los beneficios que necesitas para mantener tu estilo de vida actual. Es por eso que es de vital importancia calcular el coste de cada proyecto de manera honesta, siendo sincero contigo mismo y determinando cuánto dinero necesitas ganar.
“Mi recomendación es que cualquier persona que esté comenzando como freelancer, haga un análisis sencillo sobre cuánto necesita ganar anualmente para vivir de una manera cómoda. Considera factores como vacaciones, posibles periodos de enfermedad, y momentos en los que probablemente no tengas tanto trabajo. Esto deberá darte una idea de lo que vale un día de tu trabajo” menciona Chris Murphy.
Neil Robert Leonard, diseñador/desarrollador web freelance, añade:
“Recuerda incluir todo lo que debes pagar con tu salario como pueden ser los impuestos”,
Además, no olvides incorporar el tiempo que inviertes en las juntas y reuniones con tus clientes, así como el tiempo que pasas diseñando y codificando.
3. Siente como van funcionando tus decisiones
Determinar el precio de tu trabajo como freelancer es más arte que ciencia. Cuando empiezas es bastante difícil determinar cuánto debes cobrar, y los clientes tampoco sabrán cuanto deben pagar.
Estas comenzando un proceso que esencialmente es de prueba y ensayo y que continuará por el resto de tu carrera como freelancer. El modo en el que cobras por tus proyectos evolucionará a medida que avanzas en tu trabajo.
4. Aumenta tu tarifa
Después de un tiempo, ya te habrás adaptado al mercado. Esto no quiere decir que te conformes y siempre debas cobrar lo mismo.
De hecho, habrá un momento, casi siempre es después de seis meses –aunque algunos deciden dejar pasar un año– en el que querrás aumentar tus tarifa.
Tu precio original se basaba en las habilidades y experiencia que tenías en ese momento. Lo lógico es que al mejorar tus habilidades y aumentar tu experiencia, comiences a demandar una tarifa mucho más elevada.
¿Cuándo es el momento indicado? Depende de varios factores, incluyendo particularmente en qué te especializas y qué tan demandadas sean tus habilidades. Por ejemplo, si constantemente estás dejando pasar proyectos porque estás muy ocupado, es una señal clara que debes comenzar a cobrar más.
También depende de las habilidades actualmente tengas y de aquellas que hayas ido mejorado con el tiempo, así como la evidencia que lo respalde. Quizá hayas aprendido un nuevo idioma, o hayas aceptado más responsabilidades en cuanto a la gestión de un proyecto, en comparación con otros freelancers, por ejemplo.
Cuando sientas que mereces más, lo primero que debes hacer es informar a tus clientes de que vas a actualizar tus tarifas en consecuencia, y no te preocupes si rechazan este aumento. Según dicen los expertos, los clientes casi siempre aceptan un aumento en el pago, sobre todo si tu reputación ha mejorado y te has posicionado en el mercado.
“Al ganar más experiencia y más exposición, en comparación con lo que otros freelancers estaban cobrando por proyecto, elevé un poco mi tarifa” menciona Jenkinson.
Y si a él le pasó, quizá a ti también…
5. Aprende a decir que no
Si un cliente no quiere pagar lo que le pides por su proyecto, en ese momento debes preguntarte si es el cliente ideal para ti.
“Quizá no sean conscientes del valor que les proporcionas, o están acostumbrados a trabajar con personas que no valoran lo suficiente su trabajo”, sugiere Jenkinson. “Casi nunca le comunico de inmediato el precio de mis servicios al cliente, porque quiero estar seguro de querer trabajar con él. Si después de eso el cliente no puede pagar mi cuota pero quiero trabajar con él, quizá pueda cambiar un poco mi tarifa o llegar a un acuerdo de pago”.
“Con cada cliente se debe tener una relación de comunicación total”, menciona Dahlstrom.“Lo peor que puedes hacer es tener expectativas poco realistas”. “Si cobras poco, o determinas mucho tiempo para un proyecto, vas a terminar trabajando de más”.
Y como menciona Dan Mall:
“Por encima de cualquier cosa, debes ser capaz de justificar todo lo que cobras”.
“El mayor error es utilizar una aproximación que ni tu entiendes y no puedes explicar claramente”, dice Mall, que recientemente publicó el libro Pricing Design.
“Sin importar cuál sea el precio de tus servicios, debes entender por qué lo estás haciendo, para que lo puedas expresar correctamente ante tus clientes”.
6. ¿Por hora, por día o por proyecto?
¿Deberías cobrar por el tiempo invertido o por el proyecto en total?
“Siempre he considerado tener una tarifa por día, con un presupuesto establecido para cada proyecto, dependiendo de las actividades relacionadas”, menciona Jenkinson. “Fijar precios basándote en el valor del proyecto es algo que estoy considerando solo para determinados proyectos, pero como gran parte de mi trabajo se enfoca en consultoría, me funciona mejor una tarifa por día. Tengo una reserva mínima de un día o medio día, dependiendo de las características específicas para cada proyecto”.
Leonard menciona “Decido implementar diferentes tipos de precios. Las agencias siempre van a querer trabajar por hora, día y hasta por tasa semanal. Los clientes en general no entienden el valor de una hora de trabajo, por lo prefiero cobrar por proyecto, aunque con un límite de tiempo definido”.
Mall, por otro lado, se opone firmemente al cobro por hora o día:
“Si estas cobrando por tiempo, detente. Al tener más experiencia te darás cuenta que logras hacer el trabajo de manera más rápida y mejor. ¿Por qué deben pagarte menos porque eres mejor y más rápido que tu competencia?”
7. Mantente firme
Cuando ya hayas establecido tu tarifa, es importante mantenerla. Debes confiar en ti mismo, especialmente cuando tus clientes te estén presionando por tus precios. La falta de confianza lleva a que muchos freelancers se derrumben a la primera señal de conflicto, y disminuyan así su tarifa.
Pero mientras que disminuir tus precios puede significar que consigas un proyecto, no es una estrategia que recomendemos. En primer lugar, es un signo de debilidad y al final los clientes va a querer buscar su beneficio, por lo que pueden comenzarte a presionar con más trabajo y el típico “¿podemos añadir algo más?”, por el mismo precio. Si se corre la voz mencionando que eres flexible con tus clientes potenciales, entonces tu próximo proyecto no va a generarte muchas ganancias.
Lo peor que puedes hacer es aceptar una tarifa más barata cuando estés bajo presión. Dahlstrom admite haber caído en esa trampa.
“Al principio, desconocía bastante de este medio de trabajo y era algo cobarde para pedir una tarifa por día que fuera adecuada para mis servicios. Seguí ofreciendo descuentos antes de que me los pidieran, a través de correo electrónico. Este mal hábito es bastante persistente y hasta hace un año y medio sentía que no era capaz de adaptarme a mis tarifas reales”.
Resiste la tentación, mantente fuerte y apégate a tu tarifa. No solo vas a ganar más dinero, sino que también te ganarás el respeto de tu mercado.
¿Todavía con dudas?
No hay una guía clara que diga cuánto debe cobrar un freelancer. Pero aquí te dejamos una herramienta que te puede resultar muy útil:
Comienza por investigar tu mercado y establece una tarifa con la que te sientas cómodo, que consideres se adapta a tu valor y con la cual obtengas el suficiente dinero para financiar tus gastos. Utiliza esta tasa como punto de partida y revela gradualmente la tasa real del mercado, lo cual se hará a través de ensayo y error.
Establece tarifas más altas para trabajos en los que no estés tan interesado, y ve cómo funciona con tus clientes. Prepárate para romper una relación con el cliente que no pueda pagar por tus servicios. Y una vez más, sigue cambiando tus tarifas de manera periódica.
Y tú, ¿cómo calculas el precio de tus proyectos?