
Cómo rechazar el proyecto de un cliente
Ser selectivo puede acarrear graves consecuencias financieras a las cuales se les debe dar su importancia. Pero también es igual de importante tener en cuenta las consecuencias de trabajar con un cliente o proyecto que no favorece a tu negocio freelance y a tu equipo de trabajo (en caso de tenerlo).
Como el líder de tu equipo debes ser consciente de la carga de trabajo que implica cada proyecto que aceptas para que no influya en la calidad de los otros proyectos en los que puedas estar implicado. Con la finalidad de perfeccionar este proceso, puedes hacer un seguimiento de las horas de cada proyecto usando una aplicación para gestionar el tiempo. Después de cada proyecto, analiza su éxito en base a la estimación de tiempo y presupuesto. Una vez que conozcas la cantidad de tiempo que necesitas para realizar un determinado proyecto, podrás evaluar si tienes la capacidad suficiente para comprometerte con un nuevo cliente.
El tamaño de tu equipo no tiene que ser el único factor decisivo para rechazar un proyecto. Éstas son algunas de las reglas que puedes seguir para saber cuándo decirle que no a un nuevo cliente:
- Tu estómago te dice que no. Los proyectos que comienzan con una sensación extraña, rara vez, o más bien nunca terminan bien.
- Los presupuestos no se alinean con las expectativas. No aceptes un proyecto donde el cliente exige el mundo pero no está dispuesto a pagar mucho para conseguirlo.
- El cliente es parte de una industria en la que moralmente no crees. Si tu corazón te dice que no probablemente trabajar juntos no llegue a ser rentable o saludable.
- El cliente no es alguien con el que congenias y/o no tiene una mentalidad de crecimiento. Los clientes que están dispuestos a evolucionar y mejorar impedirán el crecimiento y la creatividad de tu equipo.
En este punto, probablemente te des cuenta de que es importante decir no a los proyectos de manera reflexiva y equilibrada. Además, cuando rechazas un proyecto debes hacerlo con respeto y de manera sutil.
Cómo decir no
El acto de decir no es casi tan importante como tomar la decisión. Es obvio que lo harás con respecto y de una manera sutil para no enemistarte con los clientes o ganarte una mala reputación.
Para suavizar la situación puedes asociarte con otros profesionales o agencias a los que puedas pasarle los proyectos en los que tú no estás interesado. Puedes hablar con agencias locales de menor tamaño y presupuesto, pero con una estética y un trabajo ético similar a la tuya. Esto te permitirá crear un proceso de remisión de clientes efectivo.
Este proceso también puede funcionar de forma inversa. Busca organismos más grandes que te puedan recomendar para ciertos trabajos. Esta opción puede ser una gran fuente pasiva de clientes potenciales para tu negocio.
Aquí está un ejemplo de una plantilla de correo electrónico que puedes usar para decirle que no a un cliente:
Nombre. Muchas gracias por tomarse el tiempo de hablar conmigo el día de ayer. Después de revisar el alcance del proyecto, el presupuesto y el cronograma internamente, lamentablemente no podremos llevar a cabo la ejecución de su nuevo sitio web.Pero si está dispuesto, me encantaría remitirlo a 1-2 agencias que serán capaces de ajustarse mejor a sus necesidades. Por favor, avíseme sí desea que sea así para dar instrucciones. Fue un placer conocerle, mantendremos el contacto a través de Linkedln. Por favor, manténgame informado sobre el progreso de su nuevo sitio web cuando sea creado y si lo necesita, estaré encantado de proporcionarle cualquier información o ayuda en el proceso. Buena suerte y muchísimas gracias por su interés. Tu nombre. |
Una vez que hayas recomendado 1 o 3 agencias para esos clientes, tu trabajo estará hecho. Has sido amable y servicial al decir que no, y eso es lo máximo que puedes hacer. En algunos casos esos clientes también podrán recomendarte a otros clientes potenciales, ya que has sido honesto y les ayudaste a salir adelante.
Para tener éxito debes ser consciente de tus capacidades y de que tu equipo es lo suficientemente bueno para saber cuándo un proyecto no es el adecuado. Cuándo es obvio que necesitas rechazar un proyecto, hazlo, pero calcula los riesgos que esto implica para tus finanzas y la creación de tu portfolio. El equipo, los clientes y tú mismo, lo agradeceréis en un futuro.
Busca el equilibrio
“Decir no” cuando es apropiado, puede parecer la mejor opción. Pero en realidad, también tiene sus desventajas. Por ejemplo, rechazar proyectos con frecuencia puede poner a tu negocio en una situación financiera difícil. Además, si dices que no a menudo no tendrás mucho trabajo nuevo para mostrar. Debes aceptar proyectos que ayuden al crecimiento de tu negocio, pues te permitirá contar con un portfolio actualizando y que resultará más atractivo para tus potenciales clientes. Por último, si rechazas demasiados proyectos tu equipo puede llegar a aburrirse y/o desinteresarse.
Actuar equilibradamente te permitirá ser siempre selectivo e inteligente. Construye tu negocio freelance aceptado un proyecto cada vez, ya que trabajar en los proyectos equivocados puede obstaculizar considerablemente su crecimiento. Sé inteligente, minucioso y positivo en cada paso que des y verás cómo tu negocio crece y prospera.
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