
No busques trabajo, haz que el trabajo te encuentre
8:15 Mientras das un mordisco a la tostada y apuras el café, en la radio una voz habla sobre las excelencias de una loción crecepelo. No le prestas mucha atención, al fin y al cabo es la misma cuña de todas las mañanas.
9:20 Ya en la oficina, repasas la bandeja de entrada de tu correo electrónico. Un email de una agencia de viajes te ofrece un 30% de descuento en un crucero por el Mediterráneo. Lo marcas como spam o lo eliminas sin ni siquiera abrirlo.
10:45 Tu jefe te cita en su despacho y te comunica que estás despedido.
12:30 Recoges tus cosas, dices adiós a tus compañeros y te vas por donde viniste.
13:15 Empiezas a buscar trabajo.
En apenas cinco horas se han dado cinco circunstancias y varios errores. Sin embargo, el mayor de ellos no ha sido el del anunciante del crecepelo o el de la agencia de viajes por sus ineficaces campañas publicitarias. Tampoco ha sido el de tu ex empresa al dejarte en la calle. Menos aún ha sido la fría despedida con tus colegas de trabajo —eso ni siquiera ha sido un error—. El mayor error ha sido ponerse a buscar trabajo. ¿Por qué?
Porque probablemente eso te llevará a empezar a navegar sin rumbo por distintos portales de empleo, a ver las mismas ofertas que vieron otros tantos, y a enviar tu currículum a empresas que ni tan siquiera te necesitan. ¿Y qué diferencias hay entre el efecto de ese currículum y el que ha tenido la cuña de las 8:15 o el email de las 9:20? Pocas, muy pocas. Los tres están condenados a pasar desapercibidos. Bien serán desoídos, bien irán directamente a la papelera o, en el caso de tu currículum —si corre la mejor de las suertes—, será uno más entre los muchos que se le amontonan al responsable de recursos humanos de la empresa de turno.
Por tanto, la solución no es buscar trabajo de la manera tradicional, sino hacer que el trabajo te encuentre. Y eso solo se consigue entendiendo el cambio de paradigma que están sufriendo las relaciones laborales. Un cambio que pasa por adoptar nuevas estrategias de promoción personal basadas en los principios del marketing de atracción. En palabras de Oscar Del Santo: “es el momento de pasar del ‘outbound’ hacia el ‘inbound’, del martillo al imán”. Porque, efectivamente, abandonar los viejos hábitos de comunicación intrusivos y machacantes, y sustituirlos por otros más relacionales y orgánicos es lo que te va a permitir acceder a nuevas oportunidades.
“Esto suena muy bonito, pero… ¿cómo lo hago?”. Para empezar lo primero que debes hacer es pensar en ti. Analiza tu faceta personal y profesional y detecta tus virtudes y tus defectos. Trabaja y esfuérzate en maximizar los primeros y minimizar los segundos. Mejora día a día y estarás sacando brillo a tu talento.
“Yo no tengo talento”. Tienes razón, quizás no tengas talento para ganar un talent show que busque la mejor voz, pero sí puedes aportar valor a alguien, y eso ya es talento. Esas aptitudes y actitudes que te hacen diferente pueden constituir un beneficio para cualquier empresa, por tanto son tu bien más preciado y la llave para que el trabajo te acabe encontrando. Así que, ten siempre presente que tu éxito dependerá en gran medida de la propuesta de valor que sepas articular en torno a ti mismo. Una construcción que debe germinar en una marca personal que deje huella y sea visible, que posea un estilo reconocible y destile un look and feel atractivo e irresistible.
Steve Jobs solía decir que “los clientes no saben lo que quieren hasta que se lo muestras”. De modo que sé creativo, innova, anticípate al mercado e irrumpe en él con una propuesta original, atrevida y que responda a una necesidad latente. En este sentido, si primero aplicábamos las debilidades y fortalezas de la matriz DAFO sobre tu propia persona, ahora te toca identificar las amenazas y oportunidades del entorno donde vas a desarrollar tu actividad profesional, pero siempre desde una perspectiva I+D+i. Para ello, no dejes de hacerte preguntas.
Preguntas como: ¿qué valor tiene hoy en día ser Community Manager cuando alguien se autoproclama como tal desde el mismo momento en que maneja más de dos redes sociales? Evidentemente en una profesión masificada te será más difícil destacar, así que apuesta por la diferenciación y la especialización, ya que ambos son sinónimos de valor añadido.
La búsqueda de respuestas a través de la labor de investigación puede darte pistas sobre los nichos de mercado que van a eclosionar en los próximos años y procurarte información sobre los perfiles profesionales que siguen una tendencia al alza. Por ellos deberías hacer all in y empezar a posicionarte en primera línea. Quienes enfocan su actividad con este prisma de previsión e innovación no solo no padecen los vaivenes de la crisis, sino que además han sacado provecho de ella. Famosa es la frase del trader de bolsa Alessio Rastani en una entrevista para la BBC al confesar que llevaba soñando tres años con la llegada del crack económico para empezar a ganar dinero.
¿Y qué pasa con mis aspiraciones? Llegarás dónde quieras llegar, no importa lo lejos que esté. Eso sí, planifica tu recorrido. Márcate una meta y traza una hoja de ruta con objetivos parciales que despierten en ti la suficiente motivación para poder alcanzarlos. Josef Ajram, también trader y deportista de retos extremos, comentaba en una reciente conferencia que el secreto que le llevó a terminar la Maratón de Sables – con etapas de hasta 80 km corriendo por el desierto – fue gratificar a su cerebro con un trago de agua cada 15 minutos. Esa fue su motivación, ahora te toca buscar la tuya.
Sigue estos consejos y llegará el día en que, mientras muerdas la tostada y apures el café de la mañana, la radio sonará diferente, quizás hable de ti. La bandeja de entrada de tu correo electrónico estará repleta de oportunidades laborales. Las empresas se pelearán por hacerse con tus servicios. Ese día el trabajo te habrá encontrado.