
App vs Web: Qué deberías crear para tu startup
¿Un Sitio web, una App web o una App móvil? ¿Cuál es la “forma” correcta para tu idea de negocio?
Desde el lanzamiento del primer iPhone, todo el mundo cree que crear una app móvil es la gallina de los huevos de oro. Algunos, por el contrario, dicen que el usuario moderno ya se está cansado de esta tendencia y tiende a utilizar sólo tres aplicaciones a lo sumo, por lo que al crear una web o app de escritorio podrías alcanzar de forma más fácil a tus usuarios.
La elección de un modelo de negocio u otro puede ser abrumadora y debes recapacitarla bien. ¿Tu negocio o producto funcionará mejor como una aplicación móvil, que ofrece una mejor experiencia en dispositivos móviles, pero necesita ser instalada y puede ser eliminada por capricho; o una web app, inmediatamente accesible en cualquier momento y menos fácil de navegar desde un dispositivo móvil?
Algunos negocios ya consolidados decidieron invertir en la experiencia móvil (Uber, Instagram, Zomato Order), mientras que otros (Airbnb, JIRA, InVision) decidieron deliberadamente crear una web app.
En el transcurso de este post, hablaremos específicamente de los casos en los que deberías crear una aplicación móvil, un producto específicamente diseñado para funcionar en teléfonos inteligentes, tabletas y portátiles que requiere instalación; o una aplicación o página web que se ejecuta en el navegador (tanto de escritorio como móvil).
Examinaremos el razonamiento detrás de la decisión entre estas opciones, y te guiaremos hacia la elección óptima para tu idea de producto a través de una serie de preguntas.
1. ¿Cuál es tu objetivo?
Estás a punto de lanzar una nueva propuesta al mercado. Por supuesto, tienes objetivos de negocio específicos en mente, aparte de simplemente ganar dinero y cambiar el mundo.
Para aclarar tus metas y los próximos pasos tendrás que validar tu idea de negocio e investigar el comportamiento de tu mercado objetivo.
Valida tu idea con un MVP
Tienes una nueva idea y necesitas saber si tu público objetivo está listo para ella. Antes de dedicar recursos a la construcción de una versión completa, considera lanzar primero un MVP (producto mínimo viable). En estos dos artículos te damos más información sobre la validación de tu idea de negocio y concepto de producto:
El concepto MVP, popularizado por Eric Rice de Lean Startup, supone que antes de invertir todo y verter sumas significativas en el desarrollo de productos, pruebes tu idea con una versión “beta” de tu producto.
Esto podría ser tan simple como compartir un video screencast con tu público objetivo (así se inició Dropbox), una landing page que describa tu punto de venta único, o una maqueta interactiva con unas pocas opciones.
De esta manera se minimiza el riesgo de lanzamiento de un producto que nadie quiere y, al mismo tiempo, se pueden recopilar comentarios reales de los usuarios -lo que les gusta, cómo interactúan con el producto- y decidir si la demanda es suficiente.
Para decidir si debes construir una aplicación web o una app móvil considera lo siguiente:
- ¿Qué prefiere tu mercado objetivo? Realiza una serie de entrevistas con los clientes, consulta los informes de la industria online o invierte en un estudio de mercado profesional.
- ¿Qué están haciendo tus competidores? ¿Eligieron una aplicación para móviles o una web app? ¿Por qué? ¿Cómo podrías mejorar el producto si elegiste la opción opuesta?
- ¿Cuál es tu presupuesto? La creación de una aplicación móvil MVP te costará un poco más que la construcción de una aplicación web MVP, además, te llevará menos tiempo.
Utiliza los datos para entender a tu cliente y su comportamiento online
En primer lugar debes saber cómo interactúa tu público con tu marca. Para ello analiza los datos que reuniste en la etapa de MVP
- ¿Los usuarios accedieron a tu sitio desde un dispositivos móvil o de escritorio?
- ¿Qué sistema móvil utilizan?
- ¿A qué páginas acceden más frecuentemente?
Todos estos datos los podrás recopilar a través de Google Analytics.
Obtén más información sobre tus clientes actuales
En este caso, primero debes buscar las mejores fuentes de datos y saber cómo aprovecharlas.
Por ejemplo, la recopilación y el seguimiento del comportamiento de la navegación online y los patrones de compra es más sencillo de integrar en una aplicación web.
Específicamente, en una aplicación web, puedes atribuir ventas de manera más precisa a un determinado canal de marketing y medir el ROI (retorno de la inversión) o CAC (coste de adquisición del cliente) basado en los datos. A continuación, puedes instalar mapas de calor y un seguimiento de conversiones, que resalten los mejores elementos de conversión en tu página, rastreen el recorrido exacto del cliente y te ayuden a identificar (y eliminar) los principales obstáculos.
También puedes configurar Google Analytics para analizar el comportamiento del usuario dentro de la aplicación y recibir informes de flujo de comportamiento o seguimiento de eventos (por ejemplo, compra, clic de anuncio, etc.). Sin embargo, el problema común aquí es que estás algo limitado con el tipo de eventos que puedes seguir.
Aumenta la visibilidad de tu marca
En este caso, analiza dónde y cuándo es más probable que los clientes utilicen tu producto:
- Al aire libre: las aplicaciones móviles son preferibles en general.
- Coche y transporte público: aplicaciones móviles.
- Avión: aplicaciones móviles y aplicaciones web con modo sin conexión.
- Oficina: aplicaciones web y sitios web.
- Casa: las aplicaciones móviles y web son igualmente populares.
Ahora, considera si puedes aportar un valor extra aprovechando otro canal. ¿Podrás alcanzar segmentos de audiencia más amplios con una aplicación móvil o un sitio web?
2. ¿Tu producto ofrecerá información sensible al tiempo o facilitará acciones inmediatas?
Piensa en las formas en que los usuarios interactuarán con tu producto. ¿Puedes hacer que tu idea sea más atractiva al ofrecer acceso en tiempo real a datos y valor inmediato?
Por ejemplo, imagina que estás planeando construir una nueva guía de eventos, que contará con las últimas opciones de entretenimiento en un área determinada.
Un sitio web, en este caso, podría incluir diferentes listados con detalles de eventos, fotos, direcciones, etc., junto con las formas de registrar una cuenta, suscribirse a notificaciones y comprar entradas si es necesario.
Es un buen concepto de producto.
Pero puedes hacerlo aún mejor si opta por crear una aplicación móvil, en lugar de un sitio web.
- En función de su ubicación, los usuarios pueden ser notificados en tiempo real sobre los eventos que ocurren en las inmediaciones.
- Tu aplicación podría incorporar la navegación guiada a los eventos, facilitando y agilizando la búsqueda de eventos.
- Los usuarios pueden recibir notificaciones instantáneas sobre sus próximos planes, junto con ofertas promocionales in situ.
- Podrían recibir notificados acerca de los amigos que están visitando el mismo espectáculo o un evento cercano y conectarse con ellos.
La conclusión es: Si tu idea puede beneficiarse de conectar a los usuarios con más información de inmediato, la construcción de una aplicación móvil tendrá más sentido.
En este caso, una aplicación para móviles ofrece una experiencia más interactiva y en tiempo real y satisface mejor las necesidades on-the-go de un asistente de eventos experto. La construcción de un sitio web puede ser el segundo paso siguiente para obtener una mayor cuota de mercado.
3. ¿Tu producto asume o alienta el uso diario frecuente?
Si piensas que los usuarios interactuarán con tu producto un par de veces al día, la construcción de una aplicación móvil podría ser mejor opción. Después de todo, hacer clic en algunos botones del teléfono para conseguir un taxi es mucho más simple que escribir todos los detalles en un sitio web para móviles o en su versión de escritorio.
Una vez instalada es más fácil acceder a ella, es más cómoda de usar desde las pantallas más pequeñas y mantiene a los usuarios informados con alertas.
Algunos ejemplos son:
- Apps de notas.
- Lista de tareas pendientes.
- Redes Sociales
- Juegos
- Mapas
- Apps de transporte
La clave aquí es que la mayoría de la gente quiere acceder a estos productos de inmediato. No quieren escribir en la URL y esperar hasta que se cargue el sitio web.
Considere los productos que usas tú de forma diaria para tomar una decisión: tu correo electrónico, el software de contabilidad o tu herramienta de gestión de proyectos favorita. Se accede a ellos un par de veces al día, sin embargo, la mayoría de las interacciones no se producen desde el móvil.
En este punto, debes volver al punto dos (tu objetivo del producto) y pensar de nuevo en qué situaciones se va a usar tu producto. Si tu producto requiere menos interacciones a largo plazo (más de una hora por día de uso sin parar), un sitio web sería preferible para la mayoría de los usuarios.
4. ¿Necesitas acceso a las funciones nativas del teléfono?
Considera los siguientes puntos:
- ¿Se beneficiarán los usuarios de la información proporcionada en función de su ubicación actual?
- ¿Planeas aprovechar las funciones de cámara, giroscopio o sensores?
Si has respondido sí a cualquiera de las opciones anteriores, una aplicación móvil nativa sería una mejor opción.
Por supuesto, los desarrolladores experimentados dirán que son ciertas soluciones y aún puedes acceder a una cámara o jugar juegos que requieren soporte de giroscopio usando HTML5, pero eso no hará que tu producto sea mejor o más estable.
Además, las aplicaciones web en iPhone no pueden enviar notificaciones geo-push ni notificaciones in app a los usuarios.
El problema es que la construcción de un producto móvil supone la creación de dos aplicaciones independientes (iOS y Android) y tener dos presupuestos separados para eso. La solución es lanzar primero un producto en un sistema operativo móvil (el más popular dentro de su público objetivo) y, posteriormente, transferir tu aplicación a otra plataforma.
Una aplicación web, por el contrario, es accesible a los usuarios con cualquier sistema móvil o de escritorio instalado.
5. ¿Crees que la gente usará tu producto sin conexión?
Pensemos más en el uso de tu producto.
Aunque vivimos en un mundo ampliamente conectado existen numerosos casos en los que una conexión puede no estar disponible:
- Mientras se viaja en avión, tren, metro.
- En el extranjero cuando las tarifas de roaming se vuelven exorbitantes.
- En áreas con señal de conexión débil al aire libre, sótanos, etc.
Si deseas atender a los usuarios en esas situaciones “sin conexión”, una aplicación móvil es una opción más adecuada en términos de conveniencia.
Por ejemplo, una serie de mapas y aplicaciones de navegación cuentan con un modo sin conexión que sólo utiliza el sistema GPS incorporado del teléfono, en lugar de los datos de Internet.
6. ¿Cuál es tu presupuesto?
La construcción de un sitio web, el desarrollo de una aplicación móvil o una aplicación web completa tiene presupuestos diferentes.
Aquí abajo te dejamos algunos enlaces que te pueden servir como guía de precios:
- Los tres tipos de aplicaciones: ventajas e inconvenientes
- Cuanto cuesta crear una app móvil y cómo se desarrolla
- Qué puedes hacer y qué no con un App builder
- Cuánto cuesta el diseño web de tu negocio online
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